La era de oro

sábado, 13 de julio de 2019

La religión

La religión fue fundamental para el mantenimiento del Imperio, pues las doctrinas dirigidas a esta sociedad eran las mismas de la sociedad romana. Justiniano trató de usar la religión para unir el mundo oriental y occidental.
El cristianismo ocupaba un lugar destacado en la vida de los bizantinos y podía ser observado, incluso, en las más diversas manifestaciones artísticas. Las catedrales y los mosaicos bizantinos se encuentran entre las obras de  arte  y la arquitectura más hermosa en el mundo.
Los monjes, además de ganar mucho dinero con la venta de iconos, también tenían fuerte poder de manipulación sobre la sociedad. Sin embargo, incomodado con este poder, el gobierno prohibió la veneración de imágenes, a no ser la de Jesucristo, y decretó la pena de muerte a todos aquellos que las adorasen. Esta guerra contra las imágenes se conoció como la cuestión de Iconoclasta.
El emperador pasó a ser considerado el principal jefe de la Iglesia. Despreciaban las imágenes, podían adorar a Dios, cuya imagen tampoco podía ser reproducida.
Al cuestionar los dogmas cristianos clavados por el clero que seguía el Papa de Roma, dieron origen a algunas herejías – corrientes doctrinales discordantes de la interpretación cristiana tradicional.
Se creó una diferencia entre el imperio de oriente y de occidente centrada por las disputas entre el emperador y el Papa ya que el emperador paso a ser el principal jefe de la iglesia en oriente y en occidente fue el Papa ambos poderes se vieron enfrentados y culminaron en la división de la Iglesia, en 1054, creando una cristiandad occidental, encabezada por el papa y una oriental, encabezada por el emperador. Este hecho recibió el nombre de Cisma de Oriente.
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Características del imperio bizantino

  • Su máximo esplendor surgió durante el gobierno del emperador Justiniano.
  • Imperio tenían varios idiomas que eran influyentes en su población, el latín, que era el idioma oficial que después fue cambiado por el griego.
  • La Sociedad estaba fuertemente Jerarquizada.
  • La religión oficial fue el Cristianismo, la Unificación de varias religiones ligadas al cristianismo llevaron al progreso del imperio.
  • El emperador era muy poderoso y considerado un representante de Dios en la tierra
  • La economía se caracterizó principalmente por el desarrollo comercial gracias a su ubicación estratégica comercializaban productos como sedas, especias y marfil, entre otros. Y la artesanía también tuvo su lugar.
  • El Imperio tuvo un amplio desarrollo cultural y una participación fundamental en la conservación y transmisión del pensamiento clásico.
  • Dejaron un gran legado en la arquitectura con un estilo naturalista y usando técnicas del imperio griego y romano, mezclado con temas del critianismo.
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Ubicación del imperio bizantino

La parte oriental del Imperio Romano pasó a ser también denominada Imperio Bizantino, pues su capital era una antigua colonia griega llamada Bizancio. En el siglo IV, bajo el gobierno del emperador romano Constantino, la ciudad fue reformada y recibió el nombre de Constantinopla.
Actualmente pertenece al territorio de Turquía y se llama Estambul.

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El gobierno del emperador Justiniano

El auge de este imperio fue alcanzado durante el reinado del emperador Justiniano (527-565), que pretendía reconquistar el poder que el Imperio Romano había perdido en occidente. Con este objetivo, Justiniano busco Unificar todos los reinos cristianos, reconquisto el norte de África, Italia y España. Durante su gobierno, Justiniano recuperó gran parte de aquel que fue el Imperio Romano de Occidente.
Además él buscó una relación pacífica con los persas, que hasta ese momento aminaban al imperio.
Incluso con la bonanza en el comercio, el auge del Imperio sólo fue alcanzado durante el gobierno del Emperador Justiniano. Él terminó siendo un legislador que ordena las leyes romanas se compilan de la República al Imperio. Justiniano también combatió las herejías, siempre buscando dar unidad al cristianismo, después de todo eso facilitaría la monarquía.
En busca de mantener la tradición del derecho romano, Justiniano fue responsable de la reunión de las antiguas leyes del imperio en el Derecho Civil, También conocido como Código de Justiniano.
En el poder, Justiniano trató de organizar las leyes del Imperio. Se cobra una comisión de juristas para redactar el Digesto, una especie de manual para los estudiantes de derecho, que fue publicado en 533. Ese mismo año, se publicó Institutos, a los principios fundamentales del Derecho Romano y al año siguiente completó el Código de Justiniano.
Después de muchas conquistas, que buscaban recuperar territorios perdidos por el imperio romano de occidente, dejaron un coste muy alto, el imperio entro en una gran crisis económica profunda, que llevaron al gobierno de Justiniano a pedir impuesto a la población para solventar la crisis económica, esta decisión pro poco le cuesta el exilio al emperador.
Luego de esto un brote de peste durante el año 534 dificulto aún más la situación económica del imperio hasta la muerte de Justiniano en el año 565, y después de su muerte llegaría el fin de uno del imperio más grande del mundo.
Durante el gobierno de Justiniano se construyó la Catedral de Santa Sofía, que une la grandiosidad de la arquitectura romana al lujo de la decoración oriental. Había todavía en Constantinopla palacios suntuosos y un gigantesco hipódromo. 
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Imperio bizantino

El Imperio bizantino se constituyó de la división Imperio Romano, en el año 395, en dos partes: el Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla y el Imperio Romano, con su capital en Milán.

Origen del Imperio Bizantino

Su nacimiento fue cuando el emperador Teodosio, al darse cuenta de los costoso y realmente difícil que resultaba mantener seguras las fronteras del imperio romano, tomo la decisión en el año 395 de dividirlo en dos: El imperio de Oriente y el de Occidente. 
El imperio romano de Oriente fue entregado a su hijo arcadio. El imperio de occidente desapareció en el año 476 D.C a causa de los ataques germanos.

En Cambio el imperio romano de oriente conocido también como imperio bizantino sobrevivió a los ataques germánicos y vivió una época de auge hasta su caída en el año 1453 cuando el imperio otomano conquisto su Capital, Constantinopla.
Desde el siglo IV, cuando los hijos del emperador Teodosio heredaron las dos mitades del Imperio Romano, la parte situada al este y con capital en Constantinopla prosperó.
Desde el siglo IV, cuando los hijos del emperador Teodosio heredaron las dos mitades del Imperio Romano, la parte situada al este y con capital en Constantinopla prosperó.
En el siglo IV el Imperio romano daba señales claras de la caída de su poder en el occidente, principalmente en función de la invasión de los bárbaros (pueblos germánicos) a través de sus fronteras. 
Mientras que en Europa Occidental el Imperio Romano se desagregaba, sufriendo invasiones bárbaras y la formación de nuevos reinos, en la parte oriental del Imperio Romano, la situación era totalmente diferente.
El emperador Constantino trasladó la capital del Imperio Romano de oriente a la ciudad oriental de Bizancio, que pasó a ser llamada Constantinopla debido al emperador Constantino. 
Este cambio, al mismo tiempo que significaba la caída del poder en el occidente, pero todo tenía su lado positivo, pues la localización de Constantinopla, entre el Mar Negro y el mar Mármara, facilitaba mucho el comercio en la región, hecho que favoreció enormemente la restauración de la ciudad, transformándola en una Nueva Roma, como fue llamado antes de tomar el nombre de Constantinopla. 
Mientras que en Europa Occidental el Imperio Romano se desagregaba, sufriendo invasiones bárbaras y la formación de nuevos reinos, en la parte oriental del Imperio Romano, la situación era totalmente diferente.
El emperador Constantino trasladó la capital del Imperio Romano de oriente a la ciudad oriental de Bizancio, que pasó a ser llamada Constantinopla debido al emperador Constantino. 
Este cambio, al mismo tiempo que significaba la caída del poder en el occidente, pero todo tenía su lado positivo, pues la localización de Constantinopla, entre el Mar Negro y el mar Mármara, facilitaba mucho el comercio en la región, hecho que favoreció enormemente la restauración de la ciudad, transformándola en una Nueva Roma, como fue llamado antes de tomar el nombre de Constantinopla.







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Causas externas de la caída del imperio romano

1 LAS INVASIONES BÁRBARAS

Los bárbaros era tribus que vivían fuera de los límites del Imperio Romano y que no habían sido dominados. Eran pueblos que se dedicaron a la agricultura y el pastoreo.
Procedentes de diversos puntos de Europa y Asia, invadieron el Imperio Romano en distintas épocas. Algunos grupos ingresaron de forma pacífica a servir al ejército, en las labores del campo y de la industria.

2.2 LAS PRINCIPALES INVASIONES

a. Los visigodos

Procedentes de la región del Danubio. Ocuparon el sur de las Galias y la península Iberica, donde implantaron el Reino Visigodo, con su capital en Toledo.

b. Los Ostrogodos

Empujados por los hunos, de las orillas del mar Negro, invadieron Italia y allí fundaron el Reino Ostrogodo.

c. Los Anglos y los Sajones

Tribus de las costas del mar del norte, cruzaron el Canal de la Mancha y se establecieron en Inglaterra.

d. Los Suevos, Vándalos y Alanos

Ante la presión de los Hunos, los Alamos abandonaron sus tierras al sur de Rusia y por el río Danubio llegaron al territorio de los Vándalos y Suevos. Estas tribus unidas, franquearon el río Rin y fueron rechazados por los romanos en Galia. Vencidos se dirigieron hacia el oeste y ocuparon España.

e. Los Vandalos

Ocuparon posteriormente el norte de África; desde allí cruzaron el Mediterráneo y saquearon Roma.

f. Los Hunos

Procedentes de Mongolia, al mando de atila, atravesaron el río Rin, devastaron Bélgica y llegaron al norte de Galia. Atila llamado el Azote de Dios, fue vencido por un ejercito bárbaro-romano al mando del general romano Aecio, en la batalla de los Campos Catalaunicosa orillas del río Marne. El siguiente año desde Germania, invadieron nuevamente Italia, pero no devasto Roma gracias a la intervención del Papa León I. Después de aterrar por medio siglo, Atila se retiro a la región del Danubio, donde murió, disipándose la amenaza de los Hunos sobre Europa.

g. Los Francos y Burgundios

Ellos vinieron desde Germania, cruzaron el río Rin y se establecieron en Galia.

3. CAIDA DEL IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE

Después de una serie de emperadores en Roma, asumió el poder Rómulo Augústulo, un niño de diez años. De esta situación e aprovecho Odoacro, jefe bárbaro de los Hérulos, quien el 476 d.C. a la cabeza de su tropa invadió Italia y depuso al emperador.
El Imperio Romano de Occidente llegaba a su fin. Solo continuo vigente el Imperio Romano de Oriente, con su capital en Constantinopla
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Decadencia y División del Imperio romano

El Imperio Romano empezó su decadencia apartar del siglo III d.C.padeciendo una larga y penosa agonía, por la incapacidad de sus emperadores. Estos no supieron controlar la crisis interna y tampoco pudieron detener las invasiones de los bárbaros.

CAUSAS INTERNAS:

1.1 DEBILIDAD DEL GOBIERNO ROMANO:


Tuvo su origen en la mala gestión de los gobernantes, corrupción de los funcionarios y la ambición de los generales, los cuales desataron las guerras civiles por más de un siglo.
En estas condiciones el ejército se torno poderoso y ambicioso, eligiendo como emperadores a sus generales, y después de un tiempo lo asesinaban.
Otra causa fueron las persecuciones de los emperadores contra los cristianos y la crisis social y económica.

1.2 DIVISIÓN DEL IMPERIO


Teodosio el último emperador romano de origen español, antes de morir dividió el Imperio entre sus hijos. Arcadio y Honorio, en el año 395 d.C.
Arcadio, el mayor, gobernó el Imperio Romano de Oriente: que comprendía los territorios de Grecia, Macedonia, Turquía, Siria, Palestina y Egipto. La capital fue Constantinopla.
Honorio el menor, reino en el Imperio Romano de Occidente; los territorios que en la actualidad pertenecen a Italia, Francia, España, Portugal, Inglaterra y el norte de África. La capital fue la ciudad de Milán, pero en la práctica siguió siendo Roma.

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Territorio romano

El terrorio de imperio romano a arcada tres continentes: Sur y oeste de Europa, el oeste de Asia y el norte de África. Dentro de sus límites quedaron:
Británia, galia, España, Suiza, los países situados al sur del río Danubio, Italia, Grecia, Turquía, Asia menor y al norte de África. 
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Comicios(romanos)

Magistrado principal de la antigua República romana. Según la tradición, el cargo fue creado tras la expulsión de los reyes de Roma hacia el 510 a.C. y fue firmemente consolidado hacia el 300 a.C. Los cónsules siempre eran dos, y ocupaban el cargo sólo durante un año. Únicamente se diferenciaban de los reyes en que la ocupación del cargo era limitada y en que sus conciudadanos podían pedirles cuentas al final de sus mandatos. Nunca adoptaron la corona dorada, pero su vestimenta en casi todos los otros aspectos era regia. Negociaban los tratados de paz y las alianzas extranjeras, tenían el dominio supremo sobre el Ejército, nombraban a los tesoreros públicos y ejercían las funciones judiciales de la realeza. En el calendario, a los años se les daba el nombre de los cónsules.
Bajo los primeros tiempos de la República, los cónsules se llamaron en un principio pretores (más tarde una magistratura diferente) o jueces (iudices), nombraban a sus sucesores, quienes entonces eran elegidos anualmente por comicios o asambleas de ciudadanos romanos, conocidas como comitia curiata y comitia centuriata. Los candidatos al consulado bajo los últimos tiempos de la República eran normalmente aquéllos que habían ocupado magistraturas menores, tales como el cargo de cuestor. Durante bastante tiempo los cónsules fueron elegidos únicamente entre el populus o patricios, sin contar con la plebe. Sin embargo, con el tiempo, dos funcionarios plebeyos llamados tribuni plebis fueron nombrados rivales democráticos de los cónsules aristocráticos. Todo ello llevó finalmente a la apertura del consulado a los plebeyos y en el 367 a.C. las famosas Leyes Licinias-sextinas (redactadas por Cayo Licinio Estolón y por Lucio Sextio Sextino Laterano) ordenaban que uno de los cónsules debía pertenecer a esa clase.
El establecimiento de nuevas magistraturas, tales como la de censor después del 443 a.C. y la de edil y pretor después del 367 a.C., disminuyó el alcance de la jurisdicción consular. Las responsabilidades de cada uno de los dos cónsules eran compartidas o alternadas en la medida de lo posible. El poder (imperium) de cada uno era supremo, siempre que no fuera en contra del otro. En tiempos de guerra el Ejército era dividido entre ellos y el mando militar alternado diariamente. Según se iba consiguiendo territorio, las distintas partes o secciones (provinciae) eran asignadas a cada cónsul. De esta costumbre se deriva la asignación de provincias a los cónsules tras terminar su mandato y la práctica regular de dividir las provincias con propósitos administrativos entre antiguos magistrados; los cónsules que habían acabado su mandato se convertían en gobernadores provinciales llamados procónsules.
Durante el Imperio romano, que conservó las instituciones de la República pero modificó sus formas, preservó el consulado. Los cónsules eran elegidos por el Senado después del 14 d.C., y el cargo fue el más alto al cual un ciudadano particular podía aspirar, aunque con menor autoridad y finalmente sólo nominal. El último cónsul civil fue elegido en el 541 d.C.
El título de cónsul fue restablecido brevemente por la I República francesa (1799-1804) bajo el mandato de Napoleón y fue usado por los tres miembros de su Consulado.
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Consul(romano)

Magistrado principal de la antigua República romana. Según la tradición, el cargo fue creado tras la expulsión de los reyes de Roma hacia el 510 a.C. y fue firmemente consolidado hacia el 300 a.C. Los cónsules siempre eran dos, y ocupaban el cargo sólo durante un año. Únicamente se diferenciaban de los reyes en que la ocupación del cargo era limitada y en que sus conciudadanos podían pedirles cuentas al final de sus mandatos. Nunca adoptaron la corona dorada, pero su vestimenta en casi todos los otros aspectos era regia. Negociaban los tratados de paz y las alianzas extranjeras, tenían el dominio supremo sobre el Ejército, nombraban a los tesoreros públicos y ejercían las funciones judiciales de la realeza. En el calendario, a los años se les daba el nombre de los cónsules.
Bajo los primeros tiempos de la República, los cónsules se llamaron en un principio pretores (más tarde una magistratura diferente) o jueces (iudices), nombraban a sus sucesores, quienes entonces eran elegidos anualmente por comicios o asambleas de ciudadanos romanos, conocidas como comitia curiata y comitia centuriata. Los candidatos al consulado bajo los últimos tiempos de la República eran normalmente aquéllos que habían ocupado magistraturas menores, tales como el cargo de cuestor. Durante bastante tiempo los cónsules fueron elegidos únicamente entre el populus o patricios, sin contar con la plebe. Sin embargo, con el tiempo, dos funcionarios plebeyos llamados tribuni plebis fueron nombrados rivales democráticos de los cónsules aristocráticos. Todo ello llevó finalmente a la apertura del consulado a los plebeyos y en el 367 a.C. las famosas Leyes Licinias-sextinas (redactadas por Cayo Licinio Estolón y por Lucio Sextio Sextino Laterano) ordenaban que uno de los cónsules debía pertenecer a esa clase.
El establecimiento de nuevas magistraturas, tales como la de censor después del 443 a.C. y la de edil y pretor después del 367 a.C., disminuyó el alcance de la jurisdicción consular. Las responsabilidades de cada uno de los dos cónsules eran compartidas o alternadas en la medida de lo posible. El poder (imperium) de cada uno era supremo, siempre que no fuera en contra del otro. En tiempos de guerra el Ejército era dividido entre ellos y el mando militar alternado diariamente. Según se iba consiguiendo territorio, las distintas partes o secciones (provinciae) eran asignadas a cada cónsul. De esta costumbre se deriva la asignación de provincias a los cónsules tras terminar su mandato y la práctica regular de dividir las provincias con propósitos administrativos entre antiguos magistrados; los cónsules que habían acabado su mandato se convertían en gobernadores provinciales llamados procónsules.
Durante el Imperio romano, que conservó las instituciones de la República pero modificó sus formas, preservó el consulado. Los cónsules eran elegidos por el Senado después del 14 d.C., y el cargo fue el más alto al cual un ciudadano particular podía aspirar, aunque con menor autoridad y finalmente sólo nominal. El último cónsul civil fue elegido en el 541 d.C.
El título de cónsul fue restablecido brevemente por la I República francesa (1799-1804) bajo el mandato de Napoleón y fue usado por los tres miembros de su Consulado.
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Imperio de Roma

Periodo de la historia de Roma caracterizado por un régimen político dominado por un emperador, que comprende desde el momento en que Octavio recibió el título de augusto (27 a.C.) hasta la disolución del Imperio romano de Occidente (476 d.C.).
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República de Roma

Periodo de la historia de Roma caracterizado por el régimen republicano como forma de gobierno, que se extiende desde el 510 a.C., cuando se puso fin a la monarquía con la expulsión del último rey, Lucio Tarquino el Soberbio, hasta el 27 a.C., fecha en que tuvo su inicio el Imperio.
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La organización de la Monarquía romana

Aunque los nombres, fechas y sucesos del periodo real se cree que pertenecen a la ficción, existen pruebas sólidas de la existencia de una antigua monarquía, del crecimiento de Roma y sus luchas con los pueblos vecinos, de la conquista etrusca de Roma y del establecimiento de una dinastía de príncipes etruscos, simbolizada por el mandato de los Tarquinos, de su derrocamiento y de la abolición de la monarquía. También es probable la existencia de cierta organización social y política, como la división de los habitantes en dos clases: de un lado, los patricios, los cuales poseían derechos políticos y formaban el populus o pueblo, y sus subordinados, conocidos como clientes; y, de otro, la plebe, que en un principio no tenía categoría política. Al rexo rey, que ocupaba el cargo de por vida, lo elegía de entre los patricios el Senado (Senatus) o Consejo de Ancianos (patres). El rey era responsable de convocar al populus a la guerra y de dirigir al Ejército en la batalla. En los desfiles era precedido por los funcionarios, conocidos como lictores, que portaban las fasces, símbolo del poder y del castigo. También era el juez supremo en todos los pleitos civiles y penales. El Senado sólo daba su consejo cuando el rey decidía consultarlo, aunque sus miembros poseían gran autoridad moral, ya que sus cargos también eran vitalicios. En un principio sólo los patricios podían llevar armas en defensa del Estado. Parece que hubo una importante reforma militar, conocida como reforma Servia, ya que posiblemente tuvo lugar durante el mandato de Servio Tulio, en el siglo VI a.C. Para entonces, la plebe podía adquirir propiedades y, según la reforma, todos los propietarios, tanto los patricios como los plebeyos, estaban obligados a servir en el Ejército, donde se les designaba un rango de acuerdo con su riqueza. Este plan, aunque al principio servía a un propósito puramente militar, preparó el terreno para la gran lucha política entre patricios y plebeyos que tuvo lugar durante los primeros siglos de la República romana.
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Monarquía de roma

Periodo de la historia de Roma, transcurrido desde aproximadamente el 753 hasta el 510 a.C., para cuyo estudio confluyen numerosas leyendas e historias simbólicas, y sobre el cual los historiadores crearon relatos incompletos respecto de su origen y evolución. Con frecuencia, se ha contrastado la decadencia que supuso la época monárquica con el idealismo acuñado sobre el periodo que continuó a ésta, la República de Roma
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Gens

(en latín, `raza', `tribu' o `línea de descendencia masculina' de genere, `procrear'), término ocasionalmente usado por los antiguos romanos para referirse a una comunidad, cuyos miembros no estaban necesariamente relacionados por lazos de sangre, aunque es probable que esta relación se diera por supuesta.
El término gens tiene un significado más concreto en la ley constitucional de la antigua Roma. Según el jurisconsulto romano del siglo II a.C. Publio Mucio Escévola, sólo las personas que tenían el mismo nombre gentil, nacían libres, no contaban esclavos entre sus progenitores, y no habían sufrido degradaciones en su categoría social, podían pertenecer a una gens. La gens, que normalmente tenía un cementerio propio para sus miembros, adoptaba a todo aquél que pudiera localizar su descendencia a través de los varones hasta un antepasado común, a quien todos ellos veneraban. El segundo nombre de los tres que habitualmente tenía un romano era el de su gens. En un principio, ser miembro de un gens era una condición de la ciudadanía romana, la gens era una unidad política, una subdivisión de una curia, la cual a su vez era parte de una tribu. Según la tradición, los antiguos romanos fueron divididos en tres tribus y treinta curias por Rómulo, fundador de Roma. Al principio, sólo los patricios tenían el nombre gentil, pero con el tiempo se extendió a los plebeyos. A veces gens y clan se usan como sinónimos.
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Patricios

Orden social de la antigua Roma cuyos miembros eran aquellos ciudadanos que no eran patricios, incluía a los pobres y a aquéllos que carecían de tierras. Por extensión el término ha venido usándose para referirse al pueblo. El origen de la plebe es incierto. Algunos eruditos creen que eran personas de origen inferior, que llegaron a la ciudad como empleados, ociosos o clientes de las familias patricias, y cuyo número creció constantemente debido al sometimiento de las ciudades y estados circundantes. Otros eruditos mantienen que la plebe llegó desde Liguria, y que estaban entre los colonos más antiguos de Roma, más tarde conquistados por los sabinos.
Durante la República romana (siglo VI a.C.-segunda mitad del siglo I a.C.) la plebe adquirió gradualmente distintos derechos y, después de una larga lucha con los patricios, tuvo acceso a todos los cargos civiles y religiosos. Se estableció entonces una nueva aristocracia de nobiles, basada en la riqueza y el cargo, compuesta por patricios y plebeyos. Desde entonces el termino plebe se usó de forma imprecisa para referirse a la muchedumbre, en oposición a los senadores y los caballeros.
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Plebe

Orden social de la antigua Roma cuyos miembros eran aquellos ciudadanos que no eran patricios, incluía a los pobres y a aquéllos que carecían de tierras. Por extensión el término ha venido usándose para referirse al pueblo. El origen de la plebe es incierto. Algunos eruditos creen que eran personas de origen inferior, que llegaron a la ciudad como empleados, ociosos o clientes de las familias patricias, y cuyo número creció constantemente debido al sometimiento de las ciudades y estados circundantes. Otros eruditos mantienen que la plebe llegó desde Liguria, y que estaban entre los colonos más antiguos de Roma, más tarde conquistados por los sabinos.
Durante la República romana (siglo VI a.C.-segunda mitad del siglo I a.C.) la plebe adquirió gradualmente distintos derechos y, después de una larga lucha con los patricios, tuvo acceso a todos los cargos civiles y religiosos. Se estableció entonces una nueva aristocracia de nobiles, basada en la riqueza y el cargo, compuesta por patricios y plebeyos. Desde entonces el termino plebe se usó de forma imprecisa para referirse a la muchedumbre, en oposición a los senadores y los caballeros.
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La ley de las doce tablas

El más antiguo código de Derecho romano. Fue redactado entre los años 451 y 450 a.C., y tomó como fuente el Derecho oral existente en aquel momento. Sus autores fueron 10 magistrados denominados decenviros, y se inscribió sobre tablas de bronce o madera que fueron colocadas en el principal foro romano. Parece ser que la Ley de las Doce Tablas fue establecida para aplacar las reclamaciones de los plebeyos, que mantenían que sus libertades no se encontraban protegidas de forma conveniente por el Derecho escrito, al menos tal y como lo aplicaban los jueces patricios. En una primera versión original, se confeccionaron diez tablas, a las que se añadieron dos más al año siguiente. Unas y otras fueron destruidas durante el saqueo de Roma por los galos en el 390, pero la literatura latina posterior ha permitido que conozcamos algunas de esas leyes. Las Doce Tablas abarcaban las diferentes disciplinas del Derecho, con inclusión de los castigos previstos para algunas infracciones. Esta ley sufrió numerosas reformas, pero llegó a tener una vigencia de cerca de 1000 años.

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El Imperio de roma

A comienzos de este periodo, Roma se había convertido en el centro del Imperio y de ella partía el sistema viario que ponía en contacto sus diferentes regiones, por lo que bien podía ser considerada como la capital del mundo. Esta vasta aglomeración estaba dotada con una red que permitía el abastecimiento de agua y otra de alcantarillado, pero superpoblados vecindarios pobres eran causa de frecuentes incendios. Por este motivo, el emperador Augusto instituyó las vigilias, o bomberos con poderes policiales. A pesar de todo, en el 64 d.C., un desastroso incendio destruyó gran parte del centro de la ciudad. Para Nerón, emperador entonces en el poder, esta fue la oportunidad de construir su palacio de la Casa Dorada.

La dinastía Flavia (69-96 d.C.) inició, para ganarse el favor del pueblo romano, un programa de obras públicas; la más destacada de éstas fue el anfiteatro conocido como Coliseo, donde se representaban juegos entre gladiadores e incluso batallas navales (naumaquias) sobre el escenario que eran enormemente populares. En aquel tiempo no había una producción a gran escala en Roma y no se generaba trabajo suficiente para tanta población, de ahí que para evitar revueltas populares fuera frecuente la distribución de alimentos entre el pueblo y la celebración de espectáculos gratuitos en el Coliseo, manteniendo así la política de `pan y circo' que comenzó en la época republicana. También eran frecuentes las representaciones gratuitas en teatros públicos.
El emperador Trajano mandó construir a principios del siglo II el último de los foros imperiales. Por entonces, los baños termales, algunos incluso con bibliotecas, se habían convertido en una parte esencial de la vida de la ciudad; los más grandes fueron las termas construidas por Caracalla y Diocleciano en el siglo III. Puesto que el declive llamaba a las puertas del Imperio, se levantó en el siglo III otra muralla rodeando la ciudad. En el siguiente siglo, no obstante, era obvio que la corte imperial tendría que estar más próxima a la frontera. El emperador Constantino I el Grande fundó la ciudad de Constantinopla para ser la `nueva roma' cristiana. Aunque entonces Roma empezaba a deteriorarse seriamente, se edificaron en este periodo las primeras basílicas cristianas más importantes, entre ellas la de San Pedro.
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La República de roma

Desde el siglo VII hasta el siglo VI a.C. los reyes etruscos dominaron Roma, pero hacia el 510 a.C. se estableció la República cuando el último monarca, Tarquino el Soberbio, fue destronado. A partir de entonces Roma empezó a absorber las regiones periféricas. A raíz de la invasión gala a principios del siglo IV a.C., se construyó alrededor de la ciudad la llamada Muralla servia. El primer acueducto de Roma se construyó en el siglo 312 a.C.; al mismo tiempo, se construyó la Vía Apia que enlazaba la ciudad con el sur de Italia. Roma siguió expandiéndose tanto durante como después de las Guerras Púnicas (264-146 a.C.). Durante este tiempo se edificó la primera basílica, en el 184 a.C., en el Foro.
Tras los asesinatos de los hermanos Tiberio (133 a.C.) y Cayo Sempronio Graco (121 a.C.), quienes habían intentado llevar a cabo una reforma agraria que permitiera acceder a la posesión de tierras a los plebeyos, la ciudad experimentó un periodo de inestabilidad que llegó a su cenit con las guerras civiles del siglo I a.C. Por último, Julio César se convirtió en dictador e instituyó una serie de reformas. El Foro se había sobrecargado de edificios y monumentos, por lo que procedió a su ampliación creando el Foro de César y se completó durante el mandato de Augusto, primer emperador, quien también construyó el llamado Foro de Augusto.
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El comienzo de todo

Historia de roma
Orígenes legendarios de Roma:
Según la leyenda, Roma fue fundada en el 753 a.C. por Rómulo y Remo, los hermanos gemelos hijos de Rea Silvia, una virgen vestal hija de Numitor, rey de la cercana Alba Longa (en el antiguo Lacio). Una tradición más antigua remonta la ascendencia de los romanos a los troyanos y a su líder Eneas, cuyo hijo Ascanio o Julo fue el fundador y primer rey de Alba Longa. Los relatos sobre el reinado de Rómulo destacan el rapto de las sabinas y la guerra contra los sabinos, dirigidos por Tito Tacio, y señalan también la unión de los pueblos latino y sabino. La referencia a los tres pueblos en la leyenda de Rómulo (ramnes o ramneses; titios, equiparados a los sabinos; y lúceres, los etruscos), que formaban parte de un nuevo Estado, sugiere que Roma fue creada por una amalgama de latinos, sabinos y etruscos.
Según la leyenda, la ciudad fue fundada por Rómulo (y su hermano Remo, según algunas versiones) en el año 753 a.C. Aunque las pruebas arqueológicas indican que existió vida humana en este lugar con anterioridad, un extenso asentamiento humano bien podría datar de esta fecha. Se han encontrado en la colina Palatina indicios de una aldea de la edad del hierro, de mediados del siglo VIII a.C. La leyenda del rapto de las sabinas y la consiguiente fusión de romanos y sabinos también se apoya en restos arqueológicos constatados.
La antigua Roma era un reino basado en dos estamentos, los patricios (nobles) y los plebeyos, que carecían de derechos civiles y políticos. El Senado, o Consejo de Ancianos, elegía a los monarcas y limitaba su poder.
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