sábado, 13 de julio de 2019

Consul(romano)

Magistrado principal de la antigua República romana. Según la tradición, el cargo fue creado tras la expulsión de los reyes de Roma hacia el 510 a.C. y fue firmemente consolidado hacia el 300 a.C. Los cónsules siempre eran dos, y ocupaban el cargo sólo durante un año. Únicamente se diferenciaban de los reyes en que la ocupación del cargo era limitada y en que sus conciudadanos podían pedirles cuentas al final de sus mandatos. Nunca adoptaron la corona dorada, pero su vestimenta en casi todos los otros aspectos era regia. Negociaban los tratados de paz y las alianzas extranjeras, tenían el dominio supremo sobre el Ejército, nombraban a los tesoreros públicos y ejercían las funciones judiciales de la realeza. En el calendario, a los años se les daba el nombre de los cónsules.
Bajo los primeros tiempos de la República, los cónsules se llamaron en un principio pretores (más tarde una magistratura diferente) o jueces (iudices), nombraban a sus sucesores, quienes entonces eran elegidos anualmente por comicios o asambleas de ciudadanos romanos, conocidas como comitia curiata y comitia centuriata. Los candidatos al consulado bajo los últimos tiempos de la República eran normalmente aquéllos que habían ocupado magistraturas menores, tales como el cargo de cuestor. Durante bastante tiempo los cónsules fueron elegidos únicamente entre el populus o patricios, sin contar con la plebe. Sin embargo, con el tiempo, dos funcionarios plebeyos llamados tribuni plebis fueron nombrados rivales democráticos de los cónsules aristocráticos. Todo ello llevó finalmente a la apertura del consulado a los plebeyos y en el 367 a.C. las famosas Leyes Licinias-sextinas (redactadas por Cayo Licinio Estolón y por Lucio Sextio Sextino Laterano) ordenaban que uno de los cónsules debía pertenecer a esa clase.
El establecimiento de nuevas magistraturas, tales como la de censor después del 443 a.C. y la de edil y pretor después del 367 a.C., disminuyó el alcance de la jurisdicción consular. Las responsabilidades de cada uno de los dos cónsules eran compartidas o alternadas en la medida de lo posible. El poder (imperium) de cada uno era supremo, siempre que no fuera en contra del otro. En tiempos de guerra el Ejército era dividido entre ellos y el mando militar alternado diariamente. Según se iba consiguiendo territorio, las distintas partes o secciones (provinciae) eran asignadas a cada cónsul. De esta costumbre se deriva la asignación de provincias a los cónsules tras terminar su mandato y la práctica regular de dividir las provincias con propósitos administrativos entre antiguos magistrados; los cónsules que habían acabado su mandato se convertían en gobernadores provinciales llamados procónsules.
Durante el Imperio romano, que conservó las instituciones de la República pero modificó sus formas, preservó el consulado. Los cónsules eran elegidos por el Senado después del 14 d.C., y el cargo fue el más alto al cual un ciudadano particular podía aspirar, aunque con menor autoridad y finalmente sólo nominal. El último cónsul civil fue elegido en el 541 d.C.
El título de cónsul fue restablecido brevemente por la I República francesa (1799-1804) bajo el mandato de Napoleón y fue usado por los tres miembros de su Consulado.

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